sábado, 28 de octubre de 2017

Dibujo de París

Ser maestro es más que dar clases e ir cada día a trabajar con los chicos y chicas. Ess conseguir despertar en los alumnos y alumnas ese espíritu por aprender, el gusto por investigar, el placer por conocer y disfrutar, en mi caso, de una asignatura como es el francés. Una pasión bohemia por una lengua que despierta el interés de muchos por su musicalidad y su poesía, simplemente al sentirla en los oídos. 

Por eso, cuando personitas como Raquel Oliva, alumna de 5º curso, te hace un regalo como este, no puedo evitar sentir el orgullo de cualquier persona que hace bien su trabajo, que no siempre se acierta pero si recibo detalles como estos, el mayor logro está conseguido: la felicidades y el cariño de mis niños y niñas. 

Gracias. 


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